"Warum läuft Herr R. Amok?", el título original de la primera película en color escrita y dirigida en 1969 por Reiner Werner Fassbinder, ha sido traducida al español de varias maneras, una de ellas equivocada. Se trata de la traducción ¿Por qué corre el señor Amok?, que dicho sea de paso, no tiene en cuenta la R. que alude indudablemente, al nombre del personaje principal, el señor H. Raabs, cuidadosamente representado por Kurt Raab.
Tal vez una explicación ayude a evitar el equívoco. La palabra Amok, que viene del malayo mengamuk y que significa "ir loco con rabia incontrolable", es el término usado por la psiquiatría para designar la enfermedad mental que consiste en una súbita y espontánea eclosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada ataque locamente con algún tipo de arma y que hiera o mate indiscriminadamente a los hombres y animales que aparezcan a su paso. Los psiquiatras le llaman a este tipo de ataque "Síndrome Amok".
Ahora bien, a la persona que es objeto de este tipo de ataque se le llama en alemán Amoklaufer. Y una manera de designar en alemán a la acción de atacar de esa manera es precisamente con el verbo "Amoklaufen", término apropiado para titular la película ya que ésta muestra escenas de la vida de un hombre que ataca con locura (das Leben eines Mannes, der Amok läuft). Similar estructura tiene la traducción más usual de este título al inglés (Why runs Mr. R. Amok?) que considera el hecho de que la película trata de the life of a man that runs amok.
En este orden de ideas, están más cerca del título original quienes lo traducen como "¿Por qué ataca con locura el señor R.?" o "¿Por qué le da el ataque de locura al señor R.?" o "¿Por qué le da por atacar al señor R.?"
Y hablando no ya del título sino de la película, resulta interesante la opinión del crítico alemán Knörer quien escribe que la pregunta clave no es por qué ataca el señor señor R. (Warum läuft Herr R. Amok?), cosa bastante clara cuando se piensa en el aburrimiento y en la pesantez que transmite el personaje, sino por qué no le da el mismo ataque a la esposa, a los compañeros de trabajo y a todos los que le rodean.
Al fin y al cabo, el señor R. es un hombre ordinario, con un trabajo ordinario, con una familia ordinaria, con una vida ordinaria.
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